Un reto que había iniciado para crear conciencia de salud física y mental, mediante una serie de 25 flexiones por 25 días entre un grupo de amigos a distancia, se volvió más grande, motivador y complejo al verse culminado en las más altas cimas nevadas de nuestro Ecuador.
Y aquel es el camino sin oxígeno del andinista Pavel Vásconez hacia montañas como el Carihuairazo y Cotopaxi. Allí en lo más alto donde el silencio es tan solo roto por el viento, por los sonidos propios del caminar con tanto equipo sobre uno, y finalmente compensado por el suave crujir de la nieve cuando ya las fuerzas no dan para más y el cuerpo funciona en automático guiado solo por la templanza de alcanzar el siempre preciado objetivo.
El paisaje lo vale todo, el estar ahí donde pocos han llegado se consume todo el agotamiento de un solo trago. Te hace sentir especial. Por más cumbres y más ganas de alcanzarlas, salud Pavel, de lo literal a lo categórico.
«Todas las cimas están a tu alcance si no dejas de subir» – Barry Finlay
